jueves, 20 de noviembre de 2008

Eduardo Celdran Oteo (Ruta a las Medulas 2003)




RUTA DE LAS MEDULAS
Noviembre 2003


El viernes 31 de Octubre nos dimos cita 12 todoterrenos y sus ocupantes en el Hotel de reunión en Astorga. La organización había cambiado su habitual hospedaje en Astorga, por el nuevo ASTUR PLAZA más cómodo y moderno.


Poco a poco a la hora de cenar nos íbamos reuniendo alrededor de la mesa, y según iban llegando los componentes de la travesía.
Tras la cena y la charla correspondiente todos a la cama para estar frescos a la mañana siguiente.

El sábado, tras el estupendo desayuno, se repartieron los rutometros y se procedió al Breafing explicativo de las particularidades de la ruta. Nos pusimos en marcha tras comprar provisiones y repostar los vehículos. Un tramo de enlace nos llevaba hasta Villar de Golfer, tras pasar por Val de S. Lorenzo y la zona militar. A la entrada del pueblo tomamos la pista que sigue el cauce del río, la lluvia de los días anteriores sé hacia sentir en forma de charcos y barro.
Pronto nos encontramos con la primera dificultad del día, un vadeo importante que además se complicaba con la fuerza del agua, hubo que variar el vadeo oficial para acometerlo unos metros mas abajo al tener mejor firme el lecho del río y también algo menos de profundidad.
Continuamos nuestro recorrido hacia Lucillo, pueblo donde se organizo cierto lío, con un balcón verde que algunos confundieron, saliendo del pueblo por un camino incorrecto. Tras la anécdota el recorrido nos llevaba hasta Prada de la sierra, pueblo abandonado con una historia peculiar, como se definía en el libro de ruta: “En un invierno, se acercaron al vecino pueblo de Lucillo, por él pasaremos antes de este, con el fin de celebrar una boda. Cuentan las gentes de los pueblos vecinos, que bajaron por la mañana y por la tarde caía una nevada como hacia cientos de años no había caída. Les fue imposible bajar al pueblo, ya que serán 15 días los que dura la nevada. Debido a esta situación, se pierden los ganados y el peso de la nieve provoca el hundimiento de innumerables casas y pallozas. Una vez que la nevada remitió y la bajada al pueblo fue posible, regresaron sus habitantes a Prada y recogieron alguna de sus pertenencias y emigraron a otros pueblos en los que les habían sido preparadas tierras y casas. Esta abandonado desde entonces, año 1946.”
Una vez visitado y disfrutado del pueblo, la pista nos acercaba hasta la Cruz del Ferro, importante hito del Camino de Santiago. Desde allí iniciábamos un bucle que nos llevaba a visitar Foncebadon, La Maluenga, Viforcos, etc. Precisamente en La Maluenga paramos para degustar la famosa empanada que David había confiado a José “el Asturiano” en su coche.
Tras el bucle que nos devolvía a Foncebadon, paramos a comer en el mesón de dicho pueblo, no sin antes ir en busca de Nanda que se había despistado del recorrido y acudía por carretera hasta el lugar.

Tras la comida y bajo un frío bastante desagradable partíamos en dirección Ponferrada por la pista del Alto de Foncebadon, descendiendo un valle minero que nos llevo hasta las puertas de la capital del Bierzo.
El hotel AC nos alojaba, exquisitamente, y allí fue donde recibíamos la noticia de quien seria la próxima reina de España.

Por la noche el grupo bajo a Ponferrada para cenar en los mesones de la villa.
A la mañana siguiente, tras un excelente desayuno partíamos en dirección a las Medulas por carretera, tomando en el mismo pueblo de Las Medulas la pista que bordea las minas y que nos ofrece las mejores vistas del lugar, dejando para mejor ocasión el paseo a pie por su interior.
La parada en el primer mirador entusiasmo a quien no conocía el lugar, y la verdad es que en esta época los castaños están espectaculares.

Desde aquí, y siguiendo la pista parábamos en el mirador principal, visitando las cuevas que los romanos habían excavado para la extracción del oro.

De nuevo en marcha nos internamos en pistas cerradas de vegetación que nos llevaban entre castaños hasta otro pueblo abandonado. Desde allí iniciábamos la ascensión al Morredero, con abundante nieve, aunque nuestro recorrido solo llego a tocar escasos centímetros.

Tras saltar todos los valles que circunvalan Ponferrada por su vertiente sur, nos presentamos en el Valle del Silencio, tomando una pista recomendada para todo terrenos ¿...? increíble existe algo así en España...
Si y en la foto tenéis la prueba, la verdad es que el camino esta en una sombría que creo que es difícil que le dé el sol incluso en verano, manteniendo el suelo con barro todo el año, eso unido a la fuerte pendiente que tiene lo hace muy singular.

Nuestro próximo objetivo era Espinoso de Compludo y Compludo, con intención de visitar la fragua, pero estaba ya cerrada, a la hora que pasamos.
A partir de este punto los tramos de pista daban paso a un enlace por carretera desde El Acebo hasta Castrillo de los Polvazares, donde nos esperaba un cocido Maragato en el Mesón El Arriero, Luisa, como siempre nos atendió de maravilla y tras la comida procedimos al sorteo de regalos y despedida.
Texto y fotos: Eduardo Celdran

1 comentario:

Merce dijo...

HA SIDO UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE, BUENA ORGANIZACION Y MUY BUENA COMPAÑIA.
ESPERAMOS VERNOS PRONTO DE NUEVO